Alguna vez en Monterrey nos comentó Carito:
“Nunca he conocido gente tan orgullosa de su tierra como lo son los Sonorenses”
y es verdad, tras los años he conocido mucha gente de diferentes partes de la
república, y por lo general los conozco en una vida de foráneo es gente de
fuera, expatriados de su estado. En un mundo de foráneos el sonorense siempre
se destaca por su amor a su comida y costumbres (Bueno hasta ahora que conocí a
uno de Tijuana), la música norteña que lo acompaña, su orgullo por la carne
asada y presumiendo a la hermosura de sus mujeres.
¡Oh mi Sonora querida! que tanta falta me
haces, tus tacos de cabeza por la mañana y tus hotdogs por la noche. Y me
considero bastante afortunado de ser de esa tierra, teniendo esa gran comunidad
y apoyo. De verdad estamos rodeados de grandes personas en nuestro estado, de
verdad no me sorprende al ver que Hermosillo ocupa el primer lugar como la
ciudad con mejor calidad de vida según sus ciudadano. ¿Cómo a alguien no le gustaría
vivir a 45 grados en la sombra en verano?
Claro no todo es perfecto, tenemos nuestras
fobias y sobre todo las tenemos a lo extraño y diferente, no quieres decir que
vienes del DF o tu apodo será “El Guacho” por el resto de tus días. No les
pongas una tortilla de maíz o le llames “Esquite” al coctel en vaso, porque
puede que no te acabes la carrilla. Somos de una tierra de burlas y verdades,
somos más directos que otros estados y no nos molesta decir que tenemos en mente,
somos agresivos al hablar y nos pueden confundir por enojados. Somos poco
caballerosos y hasta un poco machos, el jueves es de los amigos y si vas con tu
novia, cuidado que es sagrado.
La cerveza es religiosa, la carne asada es
sagrada y el asador es el templo. Templo donde el hombre prepara sus rituales
de domingo, pone el carbón y echa las cebollas, la hielera llena y un poco de música.
Sean bienvenidos los tios y los amigos, es más, hasta avísale al vecino. La Tecate
es la reina y no te metas con ella, no trates de llevar otro tipo de cerveza,
porque es esa no gusta, una XX es de guachos y si te gusta la sol … buena
suerte.
Somos muy regionalistas; con las sobaqueras,
las coyotas y los frijoles refritos característicos de nuestra tierra. Hemos
adoptado pocas costumbres y hasta parece que somos de otro país. Tenemos palabras nativas que son totalmente
diferentes, nos bañamos bichis y de buquis comíamos dogos en la escuela. La
expo se convierte en el centro de la vida nocturna en Hermosillo y deja en
banca rota a las familias, vamos creciendo, que digo, ¡Ya casi llegamos el millón
de habitantes! , pero que no se acaben esas costumbres que nos llevan a las raíces.
Tierra de emprendedores y de retos, me llena de
orgullo ver franquicias sonorenses por todo el país, Chiltepinos, ComicX y
Tacos Fish, no me sorprende que exportemos comida, tan diferente al resto de la
republica. ¡Dios como la extraño!, Mi reino por uno de tripa y un de quesadilla
con carne, un burro percherón y unos de cabeza. Una horchata Don Jose y un rootbeer en litro, para calmar la calor.
Somos difíciles
de adaptarnos y muchas de las tendencias nacionales, nos vienen guangas. Que
digo, a veces creo que somos más gringos que mexicanos. Comprando en el otro
lado y tomando prestadas varias de sus palabras, parkeamos la troca y nos damos
un showerazo. La cerveza gringa es más buena y si tienes Michelob Ultra es que
andas de fresa.
Vamos poco a bares y nada mejora a una “Banquereta”
con tus amigos, un pickup y un poco de música y que se armen las tecates que
hoy es miercolitros. Puros hombres si es el día, la hermandad se aprecia y los
rituales son sagrados, dime que día es el cafecito para decirle a mi jaina que
no puedo. Escapar de los retenes es un deporte extremo y cada vez más riesgoso.
Creo que todos los que nos vamos por primera
vez de la casa pasamos por una etapa de desenamoro hacia nuestra ciudad, vemos
lo nuevo como perfecto. “Es que aquí los antros si son divertidos, no allá
olvídate puro naco va a los lugares”. “Es que aquí los meseros si te tratan
bien”. Me divierte mucho ver a las niñas irse a estudiar afuera y poner sus
comentarios de como la vida ahora si es divertida que salieron el pueblo. Los
hombres en transformarse en mirreyes y los comentarios de alegría de salir del
rancho. Pero como todo son etapas y las etapas son pasajeras y van cambiando. Te
vas dando cuenta que si tenemos nuestros defectos pero que hay cosas que son difíciles
de igualar. La gente es más polite a
la mejor, pero les falta esa sinceridad que estamos acostumbrados. Hay grupos
de amigos pero no esos hermanos de otra madre que muchas veces vemos, no puedes
ir sin invitación a visitar.
Siempre he recomendado salir y conocer. Vivir
en otro lugar y agarrar otros puntos de vista, ver como es en otros lugares y
que hace grande al nuestro, sin olvidar también reconocer nuestras debilidades.
Traer nuevos conocimientos y mejorar nuestra comunidad. Quien sabe a la mejor y
les pase diferente a mi, y ya no quieran volver. Puede ser que les quede chico
el rancho y la vida fuera sea “super guay”.
Líder nacional en educación y repuntando en
cultura indígena, nos hemos ganado un lugar en el mapa nacional, hace mucho exportado
algunos de los más grandes presidentes de la república. Pero últimamente me duele mucho ver a mi
Sonora dividida por pleitos políticos, ver a la gente como peones de los
partidos, luchando guerras ajenas. Ver como el estado está siendo controlado y
como a la clase política no le importa ni medio gramo. Y no es que sea el
actual, también lo era el pasado y el anterior bueno, ese a la mejor y si estaba
borracho. Este estado esta siendo controlado por un puñado de familias y apoyando el
atraso. Los pleitos absurdos por el agua y los movimientos políticos de los
impuestos, que si un partido saca tenencia se forma el grupo “No más impuestos”,
se aprueba la reforma de hacienda y ¿dónde están? Si tan leales a sus
principios.
¿Qué paso con ese Sonora que hacia presidentes
de México y líderes nacionales? Cuando saldremos de este letargo y reclamaremos
lo que es nuestro, esa batuta de innovación y liderazgo. Cuando saldremos del cacicazgo
de unos cuantos y lucharemos como en Cananea por el interés de todos. Cuando le
pediremos cuentas al gobierno, y ya no nomas trabajo. Se nos olvida que el
gobierno es un medio de para guiar el desarrollo y no la gallina de los huevos
de oro, que ya casi esta desplumada de tanto explotarla.
Veo grandes cambios en mi Hermosillo desde que
me fui, las Fiestas del Pitic con su arte y su cultura, poco a poco las
bicicletas van ganando su lugar y la gente sale a la calle a protestar. La
ciudad parece ya crecer en vertical, reduciendo espacio y distancia al manejar.
Hay nuevos espacios públicos y otros que se tratan de mejorar, el cerro de la
campana ya no es un lugar para matar y en el parque de la Pitic hasta gusto te
da correr ahí.
¿Quién iba a decir que hasta el sol iba a extrañar?
Que los días nublados me iban a hartar y que por un poco de salsa iba a rezar.
Hermosillo como mi norte, como guía en mi brújula
y mi destino de vida. Ciudad donde quiero desarrollarme y disfrutar a mi
familia. Y quien sabe a la mejor y hasta me encuentro una Yaquesita.
Como te extraño Sonora mía, tierra consentida.
Le he estado dando vueltas a tu entrada por algunas horas. Hiciste algo parecido a un corrido en prosa que está en verso. Los octosílabos salen como por arte de magia, y la causa es muy sencilla: realmente hablamos en octosílabos.
ResponderBorrarCada vez que leo una idealización de la tierra, sea la que sea, de alguien, y no eres el primero ni el último, algo se me mueve. Pero esto sucede con más violencia cuando alguien idealiza a Sonora, la tierra de donde también soy yo. Corella, mi hermano, nadie es profeta en su propia tierra ¿dijo Jesús de Nazareth? Ya te has ido en varias ocasiones. ¿Por qué te vas? Me interesa mucho que vuelvas a reproducir los mismos códigos aprendidos de lo que "es Sonora". Lo que podría decir es que, en mi caso, no hay una nostalgia como la tuya, o no de la misma manera. Lo que puedo decir a ciencia cierta, más bien, es que la sociedad sonorense, especialmente la hermosillense, es una sociedad que se ha vuelto a recorrer los pasos que ya recorrió antes, va hacia atrás. El hecho de que sean más en la ciudad, o de que tenga más puentes, o de que haya más burros, más tacos, más percherones, más bares, más bicicletas, etc. etc. no hace a una ciudad ni a su gente algo "mejor". Yo lo que extraño es a "mi gente" y al desierto. Nada más. La sociedad sonorense se ha dejado conquistar por los ultraconsevadores, va hacia atrás con las ramas más fundamentalistas de las distintas ramas del cristianismo (Opus, Millonarios de Cristo, Redimidos, Evangelistas, Testigos, etc.) y esto se refleja en ser también, junto con todos los "número unos" que dijiste, el primer lugar en feminicidios. El machismo puesto en duda de los rituales tradicionales subyugan a las mujeres, a los homosexuales, a las minorías étnicas, a los que somos distintos. Es una sociedad intolerante, arraigada a costumbres imbéciles en lugar de explotarlas. La tierra luchona ya no existe, mi hermano; se ha subyugado al cederle el ejercicio del poder a un grupo muy reducido de personas. La repetición autodestructiva de los rituales y su importancia sobre las emociones de la gente, el completo derroche de corrupción en el gobierno, la falta de medicamentos y atención en centros públicos de salud. Claro, cómo te extraño Sonora querida.
Lo que creo que haces acá me recuerda a la différace de Derrida, este mecanismo que describe cómo el significado se escapa del significante. Todos los calificativos que usas implican los que no usaste. Al final, lo que hace es que no todo lo que estás comentando se ancla a un significado único, sino que permite lo que yo hice, la crítica, ya que implica el uso de todo lo que se quedo "fuera", todos esos calificativos que yo puse. En fin, creo que son las dos cosas a la vez, y son válidas.
Te mando un gran abrazo.
Me da mucho gusto leerte Bruno y que te hayas dado una vuelta por aquí. Tienes razon en muchos puntos (sobre todos en los que pude entender), en Sonora estamos lejos de poder llegar a ser lo que una vez fuimos, las cifras de consumo de alcohol y feminismos son asombrosos , pero sabes que?. Esos no los extraño, tampoco extraño los prejuicios y como podemos llegar a vivir en una burbuja donde lo diferente o lo nuevo es malo. Me sigo yendo y yendo con los años y creo que es por qué la vida me a llevado a nuevos retos, no quiero decir que Hermosillo me queda corto, pero afuera existen grandes y oportunidades, pero igual me hubiera ido si fuera de Monterrey o del DF.
BorrarQuiero volver, por que estoy en deuda, no quiero que mi madre envejezca sola y quiero disfrutar el mar y el desierto. Extraño su gente y extraño el desierto como dices. No soporto la idea que al gente nomas quiera trabajar en el gobierno y que el nepotismo sea al única forma de trabajo digna. Pero yo creo que eso depende de nosotros, gente como tu y yo Bruno, gente que quiera cambiar. Una sociedad se forma por la gente que la compone, y volver , aun que sea con la frente marchita, es poder ayudar y traer cosas nuevas.
Quien mas que tú? No me imagino otra persona que Hermosillo necesite más, un poeta local. !Dios! hasta creerlo cuesta. Que orgullo para Sonora.
Tenemos que pensar en esa fuga de capital humano e intelectual que se va. Y que hacer para que se quede, como volver nuestra sociedad un poco mas abierta y culta.
No se, pero al final solo se que yo intento volver. Cuando no lo se, este viaje todavía no se acaba y las experiencias se siguen acumulando. Pero eso si hermano, no soy el mismo que se fue a Monterrey el que volverá de Holanda.
Saludos y un gran abrazo.