En Kayak por Alemania

Remando por Alemania

Después de estar esperando esto por casi un mes de entrenamiento y después de casi hora y media arriba de un carro recorriendo las carreteras europeas, estoy arriba del kayak y sin querer me invade un miedo que me paraliza, no tengo ni la menor idea de que tan fría está el agua pero no quiero probar o por lo menos no todavía. Sin darme cuenta mi peso toma mucha más importancia que cuando estoy afuera del agua y cualquier movimiento cuenta el doble, sé que no es tan fácil que me voltee (boca abajo en el agua) pero aun asi no puedo evitar remar con miedo. Me alejo un poco de la orilla y salgo a calentar contra corriente, es muy difícil de explicar esa sensación de poco control que te entra al principio, yo creo que es un poco como luchar en la vida, miles de litros de agua van hacia ti y aun que el rio no se vea con velocidad es muchísima agua la que viene con su inercia y tienes que luchar contra ella, mantener una dirección constante se vuele todo un reto, el agua constantemente me empuja a la izquierda o a la derecha y lo que yo quiero hacer es ir de frente pero por más que remo de un lado mi kayak no gira inmediatamente como lo hace en la alberca y con el agua queriéndome girar en su dirección, por fin logro avanzar hacia enfrente y ya han pasado 2 minutos y todavía no nado y sigo seco, obvio no por mucho tiempo.

Practicas en la Alberca

Había tenido dificultades al remar en la alberca durante los entrenamientos con poca estabilidad pero aun que me volteaba con algún tipo de frecuencia, siempre saber que estas en un agua confinada te da algún tipo de seguridad, pero el final si nunca se han subido a estos tipos de Kayaks son como andar en un carro con un volante muy ligero y con llantas lisas, no tienes casi nada de control sobre ellos o más tienes más control sobre ellos pero es más fácil que ellos te manejen.

Me uní al equipo de kayak porque es algo que no les puedo decir si me gustaba o no pero siempre me pareció interesante poderte subir a un pequeño bote e irte a recorrer los ríos bajo esa sensación de libertad que te da el encontrarte contigo mismo en tu lado salvaje. Nunca he sido bueno con los deportes pero siempre me han atraído las aventuras, así que sin mucho que perder me fui a entrenar el primer día.

De vuelta al rio poco a poco iba agarrando más confianza en cómo controlar el Kayak contra la corriente, que aun sin ser de mucha velocidad, constantemente te mueve el bote hacia donde ella quiere, después de varias vueltas de ir contra la corriente unos 100 metros y regresar y estrellarme contra unas ramas que salían un poco de la orilla que y por demás no les podía sacarla vuelta, el resto del grupo de habla inglesa está en el agua, ya todos preparados nos dan las primeras instrucciones de como agarrar el primer rápido, al irnos acercando se escucha el agua golpear. Ese sonido que te indica que tanto la aventura como la adrenalina se encuentran cerca, como buen indicador a los sentidos nos vamos preparando. La primera y la única indicación que nos dan para afrontar el primer desnivel “Nunca dejes de remar” véanlo como nunca dejen de respirar, mientras sigan remando todo va a estar bien.

Después de esas sabias instrucciones y de repetirlas algunas veces en mi cabeza, bien Joaquín no dejes de remar pase lo que pase, me doy a la tarea de irme por esa corriente de agua que se acelera al acercarse al desnivel y el ruido comienza a aumentar. Se escucha lo que parece ser una catarata de 10 metros ( en que en la realidad no pasaba de los 50 cm ), remando a toda velocidad sin dejar de pensar en la regla me voy directo al rápido. Se le llama rápido por alguna razón, ni cuenta me doy y siento como el bote se hunde en el agua y siento como todo mi traje se moja, y en segundo volver a estar a flote. Inmediatamente quiero salir de la corriente de agua rápida y resguardarme en uno de las corrientes remolino que se forman a un lado y siguiendo las indicaciones, sin dejar de remar inclino un poco el bote en el sentido que quiero salir y con un buen impulso llego al resguardo.

primera bajada

El viaje continúa sin muchas complicaciones, pasamos dos o tres rápidos muy chicos y en uno nos resguardamos y decidimos practicar como entrar de vuelta a las corrientes desde los lugares calmos. Esta es la estrategia: Agarra velocidad apuntando hacia corriente arriba, sin dejar de remar inclina el bote en la dirección que quieres girar y el agua golpeando el bote lo moverá en la dirección de la corriente. Pues bueno como ingeniero esto suena lógico y bastante coherente así que me dispongo a lograrlo. Voy a toda la velocidad y con la seguridad del mundo hacia  la corriente generada por el rápido, volteo un poco el bote y empiezo a girar. Lo que pasa en los siguientes segundos no estoy seguro, puede que no me girara lo suficiente y que el agua me volteo, o no reme, hasta puede que me girara de más, pero ahora todo lo que veo es verde y me doy cuenta que mi plan fracaso rotundamente y ahora estoy boca abajo y es el momento de nadar.

Mi kayak sin mi en el Segundo dia

Este tipo de kayak se usa con una falta especial que se pone en la cintura y por medio de un elástico la atas al kayak, en caso que necesites salir de él jalas una cuerda que bota el elástico y así sales en caso de necesidad. Por obvias razones esto ya estaba más que bien ensayado en el momento, busco el listón que tengo que jalar y  me empujo hacia afuera del kayak. Inmediatamente salgo y agarro aire y veo como la corriente me esta moviendo, trato de retener el kayak pero me gritan que lo deje ir, que los experimentados se encargaran de traerlo de vuelta, nadando o con intento de nado llego a la orilla con mi orgullo en el piso ya que veo que otros tres pudieron a la primera y yo con todas mis ganas deseo que alguien más se voltee, no importa quién pero no quiero ser el único. Y al final no fui el único, pero si el que más veces lo logro (no se si un logro eso).

Entrando al Rapido el Segundo Dia

El miedo me invadía hasta los huesos cada vez que tenía que enfrentarme a un rápido desde la corriente remolino, con el miedo de voltearme poco a poco voy tratándolo una y otra vez. Hasta las hazañas más difíciles como cruzar de un lugar del río al otro en medio de un rápido, siempre volteando hacia corriente arriba, inclinado en la dirección que se quiere girar y como siempre sin dejar de remar un solo segundo. Los nervios y la emoción siempre entran cuando había que cruzar un rápido o tirarse de uno y no es que fueran grandes o chicos, es que es la primera vez y todavía no se voltearme de vuelta, pero sobre todo es ese miedo a fracasar lo que más me paraliza.  

Al final lo que pareció una gran distancia no fue tanto, probablemente unos 1200 metros, pero esperando a todos constantemente y practicando una y otra vez las enseñanzas, tomo mucho mas tiempo de que me hubiera imaginado, el rio en el que íbamos terminaba en el Rin pero a unos metros antes de llegar salimos por una vereda. No se imaginan la chinga que es cargar con un kayak en el hombro por casi un kilómetro, me dolía todo el trapecio y el hombro. El dolor no es del peso en si, ya que no son tan pesados es de tener el peso en una sola parte de tu cuerpo y al ser de un plástico bastante duro molesta mucho.

Este fue el primer día en kayak, fue una excelente experiencia y algo de lo mas disfrute fue la serenidad del lugar, estar entre bosques verdes, de pinos altos y otros árboles, pensar que estar en Alemania y estas en un rápido con el agua calma y tu cortándola como mantequilla arriba de un kayak, para mí fue un gran goze. Resulto ser mucho más difícil de lo que esperaba o yo soy más malo de lo que quisiera pero fue disfrutado grandemente.

Campamento

En la noche acampamos en la zona de acampada mas cerca del segundo rio, llegamos a montar campamento, algunas tiendas de campaña ya estaban armados los equipos y asi que me espere y me fui al lugar donde íbamos a comer a ver quién tenía una espacio libre para poder caer con él, que no tarde mucho encontrar un buen samaritano que me ayudara con mi problema de hospedaje. Dicen que la comida ya está lista mientras armamos la tienda de campaña y son “Burros”, tortillas de harina como para wraps, carne molida con cebolla, tienen lechuga, tomate, crema amarga, salsas y queso amarillo. Aunque para mi gusto sabía más gringa que mexicana todo el mundo me pregunto si me sentía como en casa con la comida. Y como estábamos en Alemania no podía faltar tomar una cerveza con la cena o bueno varias cervezas.

En la sobremesa sacan una cámara de fotos y empieza la sesión de fotos de todos comiendo y después jugando con la luz y los celulares, aunque bastante ñoño pero fue divertido.

Escribiendo el nombre del equipo con los celulares. me toco ser la primera A

Para no hacer más largo esto, que si de por si dudo que alguien lo lea, después de roncar un buen rato en la noche y molestar a mi compañero de cuarto y a los de las carpas cercanas me despierto. Empieza el levantamiento del campamento y el desayuno, claro a la manera Holandesa. Un pan frio con mantequilla y chipas de chocolate. Y como buenos holandeses todo bajo agenda, el tiempo de desayuno y la partida puntual.

Pista del Segundo Dia

El segundo día el tramo era más corto y se trataba de un rio que pasa por un pueblo y en el se hizo una desviación y se le puso un canal para remar. Más divertido que el primero pero sin esa serenidad o esa calma de ir remando bajo la serenidad entre árboles y naturaleza, el agua  calma y sentirte emocionado. Este día mejore bastante pero sin dejar de ser malo. Después de recorrer el trayecto de unos 400 metros varias veces, guardamos el equipo y nos dirigimos a casa.

No fue un viaje para cambiar mi vida o una experiencia inigualable, pero si fue una grata experiencia y un buen momento, puedo decir que anduve por kayak en Alemania y que ahora tengo nuevos amigos. Seguiré yendo cuando pueda a los viajes y a los entrenamientos y espero un dia de estos poderles contar de una gran aventura en kayak.